Tu dedicación hace la diferencia

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Esfuerzo y dedicación: Superación personal

Estaba camino al aeropuerto, cuando un taxista se acercó, lo primero que noté fue un taxi limpio y brillante. El chofer bien vestido con camisa blanca, corbata y pantalones bien planchados. El taxista bajó del auto, me abrió la puerta y me dijo: «Yo soy Willy, su chofer. Mientras guardo su maleta me gustaría que lea en este cartón cual es mi Misión.

Leí la tarjeta: Misión de Willy, llevar a mis clientes a su destino final de la manera rápida, segura y económica brindándole un ambiente amigable.

Quedé impactado, por su dedicación, el interior del taxi estaba igual de limpio. Willy me dijo, «Le gustaría un café? Tengo unos termos con café.» Bromeando le dije: «No, prefiero un refresco» «No hay problema tengo un hielera con refresco regular y dietética, agua y jugo».

También me dijo «Si desea algo para leer, tengo el periódico de hoy y revistas». Sentí su dedicación y esfuerzo.

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Al comenzar el viaje, Willy me dice: «Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio», y como si esto no fuera demasiado, Willy me preguntó si la temperatura del aire estaba bien.

Luego me avisó cual sería la mejor ruta a su destino y me preguntó si estaría contento de conversar con él o, si prefería que no interrumpiera mis meditaciones. Le pregunte: «¿Siempre has atendido a tus clientes así?» «No, no siempre, solamente los dos últimos años. Mis primeros años manejando los gasté la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuché a un doctor especialista en desarrollo personal. Escribió un libro llamado «Lo que tú eres hace la diferencia» Decía:

Si tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás. Deja de quejarte. Sé diferente, no seas un pato. Sé un águila. Los patos solo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo》

«Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Miré a otros taxis y sus choferes… los taxis sucios, los choferes poco amigables y los clientes descontentos. Decidí hacer unos cambios. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios.tu dedicacion hace la diferencia

En mi primer año de águila dupliqué mis ingresos . Este año los cuadrupliqué. Ud. tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes.

Si yo no puedo consigo un amigo taxista águila confiable para que haga el servicio». Willy era fenomenal hacia el servicio de una limusina en un taxi normal. Willy el taxista, decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.

 

 

Texto compartido por José López Harry 86 y adaptado por Aumbbel Manrique.

 

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